EDGARDO.—Ya era hora, hombre. (Mirando de alto abajo a LEONCIO.) Conque ¿este es el aspirante?
FERMÍN.—Este, señor.
EDGARDO.—Tiene algo cara de tonto.
FERMÍN.—Como al señor no le gustan los criados con demasiada cara de listo…
EDGARDO.—El justo medio es lo prudente. ¿Se va imponiendo en las costumbres de la familia?
FERMÍN.—Poco a poco, porque sólo llevo enseñándole desde este mediodía por sí al señor no le gustaba, y como la cosa no es fácil…
EDGARDO.—No es fácil; lo reconozco. (A LEONCIO.) ¿A ver? Acerqúese…
FERMÍN.—(Aparte, a LEONCIO.) El interrogatorio misterioso… Cuidado con las respuestas.
LEONCIO.—Sí, sí…
EDGARDO.—¿De dónde es usted?
LEONCIO.—De Soria.
EDGARDO.—¿Qué color prefiere?
LEONCIO.—El gris.
EDGARDO.—¿Le dominan a usted las mujeres?
LEONCIO.—No pueden conmigo, señor.
EDGARDO.—¿Cómo se limpian los cuadros al óleo?
LEONCIO.—Con agua y jabón.
EDGARDO.—¿Se sabe usted los principales trayectos ferroviarios de España?
FERMÍN.—(Interviniendo.) Hoy empezaré a enseñárselos, señor.
EDGARDO.—¿Qué comen los buhos?
LEONCIO.—Aceite y carnes muy fritas.
EDGARDO.—¿Cuántas horas duerme usted?
LEONCIO.—Igual me da dos que quince, señor.
EDGARDO.—¿Fuma usted?
LEONCIO .—Cacao.
EDGARDO.—¿Sabe usted poner inyecciones?
LEONCIO.—Sí, señor.
EDGARDO.—¿Le molestan las personas nerviosas, de genio destemplado y desigual, excitadas y un poco desequilibradas?
LEONCIO.—Esa clase de personas me encanta, señor.
EDGARDO.—¿Qué reloj usa usted?
LEONCIO .—Longines
EDGARDO.—¿Le extraña a usted que yo lleve acostado, sin levantarme, veintiún años?
LEONCIO.—No, señor. Eso le pasa a casi todo el mundo.
EDGARDO.—Y que yo borde en sedas, ¿le extraña?
LEONCIO.—Menos. ¡Quién fuera el señor! Siempre he lamentado que mis padres no me enseñasen a bordar, pero los pobrecillos no veían más allá de sus narices.
EDGARDO.—(Satisfecho.) Muy bien, muy bien. Excelente. (Deja el bastidor a un lado.)
FERMÍN.—(Aparte, a LEONCIO.) Ahora, el ejercicio práctico… Recuerde bien todo lo que le he dicho.
EDGARDO.—(A LEONCIO.) Cierre usted los ojos y eche a andar en línea recta hasta aquí. (LEONCIO obedece y llega hasta la cama.) ¡Basta! ¡Perfecto! Ahora vuélvase de espaldas. (LEONCIO se vuelve de cara al público. EDGARDO aprieta un botón de timbre de los varios que han a la cabecera y se oye sonar el timbre dentro.) ¿Dónde ha sonado ese timbre?
LEONCIO.—En el salón. (A un gesto de FERMÍN.) Digo, en el vestíbulo.
EDGARDO.—(Haciendo sonar otro, que se oye también dentro.) ¿Y ese otro?
LEONCIO.—(A una señal de FERMÍN, que simula leer.) En la biblioteca.
EDGARDO.—(Haciendo sonar otro, que se oye dentro asimismo.) ¿Y éste?
LEONCIO.—En… En… (FERMÍN hace ademán de jugar al billar.) En la sala del billar.
EDGARDO.—Bien. Cierre otra vez los ojos. (LEONCIO obedece. EDGARDO coge una pistola del estante y se la dispara al lado de LEONCIO, sin que éste se conmueva en modo alguno.) ¿Le molestó el tiro?
LEONCIO.—Me produjo más bien una sensación agradable.
EDGARDO.—(Contento, a FERMÍN.) Oye, me parece que este chico nos va a servir, Fermín.
FERMÍN.—Ya le dije al señor que le gustaría.
EDGARDO.—Me alegro mucho, aunque también lo lamento, pues cuando él entre a mis órdenes te perderé de vista a ti…
FERMÍN.—Yo bien quisiera seguir en mi puesto, señor; pero el servicio de esta casa le desgasta a uno tanto…
EDGARDO.—Sí. Aquí se quema mucha servidumbre; es una pena. Bueno, pues sigue adiestrándole. Ya sabes: durante ocho o diez días que no se separe de ti, que te siga a todas partes, que se fije bien en todo lo que hagas tú y que tome buena cuenta de cuanto vea y de cuanto oiga. Y así que le des de alta me lo dices para liquidarte a ti y despedirte.
FERMÍN.—Sí, señor.
diciembre 2019 L M X J V S D « Dic 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 -
Entradas recientes
Páginas
Posts Más Vistos
Categorías
Archivos
- Alfred Hitchcock Amélie Nothomb Ana María Matute aniversario Antonio Muñoz Molina Arthur Conan Doyle Artículos Autorretrato Betsabé Biografías Bob Dylan Brian Wilson calendario 2009 Calles Contadas Canciones Carlos Boyero Carlos Giménez Citas Cuentos cómic Dean Martin Dino El Bosco Elvira Lindo Fernando Marías Fragmentos Funcionarios Gloria Fuertes Guerra Civil Gustavo Martín Garzo Hans Christian Andersen Harry Nilsson Hayao Miyazaki ilustración Jazz John Lennon Juan Berrio Juan Marsé Kensington Gardens La Venus del Espejo lectores Lecturas compartidas Liniers Londres Luis Alberto de Cuenca marcapáginas Maurice Sendak Neil Diamond Neil Gaiman Nemo Novela Negra Oscar Wilde Paraíso Inhabitado Paul McCartney Películas Peter Pan Philip Kerr poemas Ramón Gómez de la Serna Rembrandt reyes magos Ronnie Lane Sherlock Holmes Teatro That Lucky Old Sun The Beatles The Byrds The Felice Brothers The Point Tiras valses con letra Van Gogh Velázquez Where The Wild Things Are Xmas